Los negociadores sobre cambio climático que empezaron en Sudáfrica esta semana abordan nuevas preocupaciones sobre cómo salvar el planeta del calentamiento global, ahora que una tonelada de carbono se negocia al precio de una pizza.
Una planta siderúrgica europea que produce una tonelada de acero paga únicamente 12 dólares por las emisiones de carbono resultantes, lo que supone problemas para el mercado de emisiones de
carbono de Europa, el mayor del mundo.
Con esos precios, la industria tiene pocos incentivos para reducir su producción de carbono, lo que significa que una de las herramientas más importantes de Europa para luchar contra el
cambio climático es inservible.
Analistas dicen que los precios del carbono tendrían que volver a los niveles de 2008 para empezar a cambiar la situación.
'Teniendo en cuenta los actuales precios de la materias primas, necesitaríamos (un precio de) 20 euros por tonelada para lograr una reducción significativa de las emisiones', dijo Per
Lekander, analista de UBS.
'Miro el precio por la mañana y no quiero salir de la cama', afirmó un operador de emisiones con sede en Londres.
Londres es el centro del mercado del carbono de la Unión Europea, con operadores, corredores, grupos eléctricos y generadores de proyectos responsables de la mayor parte del
comercio.
Pero con los precios del carbono más de un 50 por ciento más bajos desde junio, algunos han decidido cortar por lo sano y han abandonado el mercado.
La Comisión Europea no quiso realizar comentarios sobre los precios actuales del carbono cuando fue consultada por Reuters, pero en declaraciones realizadas en Bruselas el jueves pasado, el
ministro de Clima, Energía y Construcción de Dinamarca, Martin Lidegaard, reconoció preocupación.
'Los precios del carbono son bajos porque hay una crisis. Este es un grave problema que amenaza la estabilidad para los inversores', dijo Lidegaard, añadiendo que la Comisión estaría
buscando fórmulas para sostener los precios.
META MEDIOAMBIENTAL
La forma en que Europa abordará el problema será un tema de interés en Durban, Sudáfrica, donde negociadores de más de 190 países se reúnen para una cumbre de dos semanas que pretende
trazar un sucesor al Protocolo de Kioto, que expira el 2012.
Analistas dicen que es importante acordar un pacto futuro para salvaguardar un objetivo de 2010 de limitar el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados más que en los tiempos
preindustriales, un nivel considerado como un umbral para un cambio peligroso.
'Queremos que el precio del CO2 se fortalezca para dar una señal más clara para las empresas de la UE para que avancen hacia una economía baja en carbono', dijo a Reuters el ministro
británico de Energía y Cambio Climático, Chris Huhne.
Gran Bretaña y varios países más de la UE quieren endurecer la meta climática del bloque, incrementando su objetivo para la reducción de emisiones al 2020 a un 30 por ciento desde un 20 por
ciento con respecto a los niveles de 1990.
Sin embargo, el bloque de 27 países ha dicho que no pasará a una meta más estricta si otros grandes emisores, como China y Estados Unidos, no hacen lo mismo, lo que parece poco probable en las
negociaciones climáticas.
Fuente: Reuters
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