Los límites en el sexo

En nuestros foros de discusión, así como en mis redes sociales, recibo permanentemente inquietudes relacionadas con lo “normal” o lo “permitido” en la vida sexual de las parejas. Por eso decidí hablar acerca de los límites en el sexo, incluso teniendo como referencia el muy buen programa que hicimos al respecto en “Simplemente sexo”.

Primero que nada debemos considerar que los conceptos de lo normal y lo sano se enmarcan dentro de una determinada cultura. Ciertas prácticas sexuales que en nuestra sociedad occidental en el año 2011 son claramente aberrantes, podrían ser aceptadas y hasta deseables en otros lugares o épocas. Para nosotros hay algunos puntos que son claros: las prácticas sexuales deben ser entre personas adultas (lo cual implica que la relación entre adultos y niños es una grave transgresión); las personas participantes en el encuentro sexual además tienen la capacidad de entender y elegir lo que están haciendo (aquí por ejemplo el acoso sexual o las relaciones sexuales con personas discapacitadas mentalmente van más allá de esos límites); y finalmente no deben dañarse física ni psíquicamente.

En el contexto de una relación de pareja, digamos que lo fundamental es el acuerdo acerca de lo que van a hacer juntos. Desde ese punto de vista cualquier tipo de conducta sexual que sea forzada desde lo físico o desde la amenaza o engaño es negativa.

Cuando desde ambas partes existe una fantasía compartida y el placer es mutuo, diferentes juegos eróticos tienen acogida: desde los ya “clásicos” sexo oral o coito anal, hasta los más atrevidos intercambios sexuales en grupo, pasando por las diferentes modalidades de “sadomasoquismo light” que no producen daños más allá de un dolor leve o una “esclavitud” simulada. El resto de las variantes sexuales son producto de la creatividad de cada pareja, y por lo tanto las posibilidades resultan ser casi infinitas.

Una sexualidad que vaya más allá de lo muy convencional es entonces recomendable porque alimenta la pasión en la pareja, pero siempre teniendo en cuenta las consideraciones anteriores.

Fuente: Discovery Mujer